En 1865, Julio Verne publicó una novela en la que decía el lanzamiento de un proyectil espacial tripulado con dirección a la Luna. Tiempo después en 1969 se hizo realidad.
Había llegado el primer día de diciembre y ¡cuanta gente no logró conciliar el sueño durante la noche que precedió ese día tan deseado! A las siete, la Luna se alzó en el horizonte, en ese momento se aparecieron los tres valientes viajeros, Nicholl, Barbicane y Ardan.
Una vez transcurridos los primeros instantes, la gente entera despertó y se alzaron los gritos frenéticos. Varios millones de hombres, con la mirada hacia arriba mirando por los catalejos, anteojos preocupados por el proyectil, pero ya no podían verlo.
Cuando pasaron varios días sin ninguna novedad, la noche del 12 de diciembre, la noticia estalló en los Estados Unidos, el proyectil había sido visto, he aquí la noticia redactada por el director del Observatorio de Cambridge:
" El proyectil lanzado por el Columbiad ha sido divisado a las ocho horas y cuarenta y siete minutos de la tarde. El proyectil ha sido arrastrado en una orbita elíptica alrededor de la Luna. Ahora puede producirse una de estas dos hipótesis: o vence la atracción de la Luna y llegan los viajeros a su meta o bien el proyectil girara alrededor del disco lunar asta el fin de los siglos"
Esta hazaña solo ha tenido como resultado el de dotar a nuestro sistema solar de un nuevo astro.
